sábado, 24 de mayo de 2014

25 de mayo: denunciemos la farsa

"Votos políticos que pueden cambiar la sociedad y el individuo:
voto de honestidad, voto de consciencia, voto de austeridad,
voto de consumo responsable, voto de amistad, voto de justícia,
voto de ayuda al prójimo, voto de libertad, voto de fidelidad,
voto de comprensión, voto de crecimiento personal...
Puedes votar cada día. El voto lo realizas hacia tu
propia persona, así que cumplirlo te agranda
como ser humano. Eres libre de asumirlo y realizarlo.
Estos son los únicos votos que posibilitan la revolución."
(Albert Z.G.)

Hoy no vivimos en democracia (ni tan siquiera en una democracia "secuestrada", "gastada", "corrompida" o "parcial", que se tenga que ampliar), sino en un régimen totalmente oligárquico, en sus fundamentos, donde el poder, como capacidad de participar en la emisión de propuestas, deliberación de éstas y toma de decisiones sobre la vida pública, no se encuentra repartido en el seno del(los) pueblo(s) sino altísimamente concentrado en manos de distintas élites.

El disfraz "democrático" es el que más ha convenido a los poderes oligárquicos modernos.

Por esto, la primera tarea de aquellos que estamos por una verdadera democracia es desmarcarnos de la actual farsa y denunciarla.

La tradición democrática que tenemos que recuperar es la de(los) pueblo(s) autoorganizados sin tutela ni coacción estatal, la voluntad de organizar economías racionales y sostenibles donde nadie sea excluído del acceso a los medios de producción y a los bienes básicos para la supervivencia (ni tampoco, claro del deber de trabajar, siempre y cuando haya la capacidad). Es la tradición del proyecto de una sociedad de bases éticas, donde predomine una cultura de la mejora individual y colectiva en pro del bien común, de las potencialidades humanas de la cooperación y la convivencia en armonía, el amor al prójimo, etc.

Esto, que parece una "utopía", ha sido una realidad histórica en la península ibérica, concretada en las instituciones del concejo abierto y el comunal.

Este 25 de mayo se nos llama a participar en la farsa de la "representación", esta vez a nivel de la Unión Europea.

A la izquierda indepentista, que esta vez aboga por la abstención argumentando que la Unión Europea es antidemocrática, se le debería recordar que igualmente han sido siempre antidemocráticas las estructuras "nacionales" de Estado.

Para cambiar necesitaremos ser cada vez más gente comprometida, en nuestro día a día y de por vida, con la tarea de reconstruir el proyecto de una sociedad anticapitalista, y de construir las bases de esta para que podamos poner sobre la mesa la propuesta, factible, de vivir, tratarnos y organizarnos de otro modo.

Este 25 de mayo, ¡denunciemos la farsa!


Comparto algunos textos entorno a estas cuestiones:

25-M: Per una política provital - Blai Dalmau, maig de 2014.

Las paradojas del negocio electoral - Antón Dké ("El blog de Nanín"), maig de 2014.

Desconexión electoral: la abstención como deber - Antón Dké ("El blog de Nanín"), maig de 2014.

Lo utópico es votar - Nacho Cardiel, mayo de 2014.

El negocio electoral y la miseria del liderazgo - Acción Social Sindical Internacionalista, maig de 2014.

La farsa - Raúl ("Quebrantando el silencio"), maig de 2014.

Abstencionistas: Vagos y maleantes - Vicent Teulera, maig de 2014.

Nuestros sueños no caben en sus urnas - Nacho García (Asamblea Antimilitarista de Madrid), maig de 2014.


Abstención Activa - CGT, maig de 2014.

25-M: La abstención como repudio del sistema - Félix Rodrigo Mora, maig de 2014.



Una democracia inclusiva confederal - Takis Fotopoulos, 1997.



Nota sobre la supresión de los partidos políticos - Simone Weil, 1957.

Sobre el Estado de bienestar - Grupo de Reflexión por la Autonomía, 2014.

El partido del Estado - Miquel Amorós, 2012.



El tap de l'esquerra - Antón Dké ("El blog de Nanín"), 2013.